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lunes, 8 de junio de 2009
sábado, 6 de junio de 2009
La PeLiCuLa De TiGgEr; una historia para refleccionar
En "La Película de Tigger", el personaje principal decide que ser el único puede ser muy solitario. A pesar de que tiene amigos tan maravillosos y de que el pequeño Roo es un gran compañero en los brincos, empieza a pensar que deben de haber otros tiggers en algún lugar por allí. Esto lleva al exuberante Tigger a una asombrosa jornada por el Bosque de los Cien Acres en busca del "más grande y más gigante" árbol familiar a la redonda. Cuando su búsqueda prueba ser inútil, los amigos de Tigger tratan de animarlo fingiendo ser su familia y vistiendo ropas de Tigger. Esto sirve únicamente para profundizar la añoranza de Tigger y muy obstinadamente brinca hacia una fría tormenta invernal para encontrar a su apartada familia. Pooh, Piglet, Rabbit, Roo e Eeyore se preocupan y forman un grupo de rescate para encontrarlo. Al final, el corazón de Tigger lo guía a su hogar y finalmente se da cuenta de que su familia siempre ha estado con él, aquellos amigos que lo quieren y se preocupan por él.
Cada vez que la Disney estrena una de sus producciones infantiles hay que estar atento, y esta no es la excepción. Aunque no tiene el despliegue visual de otras producciones como Tarzan o El principe de Egipto, esta vez el acento está puesto en contar una historia muy simple, tierna y en destacar el costado "humano" de los personajes (que para el caso, son casi todos animales).
La cuestión es que Tigger, el tigre compañero de andanzas del oso Winnie Poo devide buscar a su familia porque se da cuenta que sus amigos animales no son iguales a él. A partir de este planteo comienzan las desventuras del protagonista que recorre el 'Bosque de los 100 acres' buscando a otros tiggers.
Por supuesto que esta es una película para los más chiquitos. No hay escenas violentas, no hay malos y por supuesto ningún golpe bajo. La duración es la justa, poco más de una hora. Están muy bien cuidados los paisajes del bosque, con colores pintados con acuarela. La música de fondo acompaña correctamente y las canciones que cantan Tigger y su banda, si bien no son de lo mejor que se ha escuchado de la Disney, cumplen su función de hacer tararear el público menudo.
La cuestión es que Tigger, el tigre compañero de andanzas del oso Winnie Poo devide buscar a su familia porque se da cuenta que sus amigos animales no son iguales a él. A partir de este planteo comienzan las desventuras del protagonista que recorre el 'Bosque de los 100 acres' buscando a otros tiggers.
Por supuesto que esta es una película para los más chiquitos. No hay escenas violentas, no hay malos y por supuesto ningún golpe bajo. La duración es la justa, poco más de una hora. Están muy bien cuidados los paisajes del bosque, con colores pintados con acuarela. La música de fondo acompaña correctamente y las canciones que cantan Tigger y su banda, si bien no son de lo mejor que se ha escuchado de la Disney, cumplen su función de hacer tararear el público menudo.
LA HISTORIA DE POOH Y TIGGER
INTRODUCCIÓN
El caso del osito Winnie-the-Pooh es único dentro del mundo de los iconos infantiles. Cierto que no es el primero que nació como personaje literario pero lo que lo hace verdaderamente especial es que antes había sido un peluche real, a su vez inspirado en una osa negra americana.
Su creador literario, A. A. Milne, no escribió sus aventuras pensando en un público infantil y tampoco es esa nuestra intención (para la gente menuda, y no tan menuda, es la página que dedicamos al personaje de Disney). Esta sección es un pequeño homenaje a las personas que contribuyeron a que niños y mayores disfrutemos desde hace 80 años de los deliciosos libros de A. A. Milne y de los dibujos de Disney.
UNA CRÍA DE OSO AMERICANO
Toda la historia comenzó el 24 de Agosto de 1914 cuando un tren que transportaba tropas con destino a luchar en Europa desde Winnipeg (Manitoba, Canadá) se detuvo en el pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario H. Colebourn (1887-1947) salió a estirar las piernas y encontró a un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre y Colebourn le compró el cachorro por 20 dólares. La llamó Winnie por su ciudad adoptiva, Winnipeg, ya que él era británico de nacimiento. El cachorro se convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse a la que pertenecía el militar.
A su paso por Inglaterra, Colebourn prefirió dejar a Winnie en el Zoo de Londres (hecho registrado el 9 de diciembre de 1914) para que la cuidaran mientras él continuaba camino del frente. Aunque otros cinco osos más fueron dejados por tropas canadienses, Winnie se convirtió pronto en la favorita del público.
Al acabar la guerra en 1918, Colebourn se pasó por el Zoo a recogerla pero tras ver cómo la gente la apreciaba por su docilidad, decidió dejarla allí. Volvería en varias ocasiones a visitarla hasta que la osa murió finalmente el 12 de mayo de 1934. El capitán Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su muerte en 1947.
Por iniciativa del hijo del militar, en 1992 se descubrió en el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg una estatua representándolo de pie cogiendo de las patas al cachorro. En 1995 un grupo de oficiales de la 34ª Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres una copia donada por el gobierno de Manitoba.
Pero volvamos hacia atrás. El niño Christopher Robin Milne acompañó a unos vecinos, cuando tenía cinco años, en su visita al Zoo y allí conoció a Winnie, de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella. Se da la Graciosa Circunstancia de que a la osa no le gustaba la miel como al personaje sino la leche condensada. Aquella primera visita inspiró a su padre, A. A. Milne, escritor, un poema.
A. A. MILNE
Alan Alexander Milne (18-1-1882, 31-1-1956), su mujer Dorothy (llamada Daphne familiarmente) y su hijo Christopher Robin (que había nacido en 1920) se habían mudado a vivir a Cotchford Farm, en el bosque de Ashdown (Sussex) que luego aparecería como "el bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Winnie-the-Pooh. Daphne había regalado a su hijo un típico osito "Edward" (réplica británica del osito de peluche "Teddy" estadounidense) por su primer cumpleaños. No es difícil adivinar que tras conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a su osito con el nombre de Winnie-the-Pooh. Lo que no queda tan claro es de dónde viene lo de "Pooh": en la introducción de "Winnie-the-Pooh" Milne nos cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la miel) escribe:
"But his arms were so stiff from holding on to the string of the balloon all that time that they stayed up straight in the air for more than a week, and whenever a fly came and settled on his nose he had to blow it off. And I think -but I am not sure- that that is why he was always called Pooh".
Alan Alexander Milne escribió varias obras de teatro y novelas pero ninguna alcanzó el enorme éxito de los libros sobre el Osito de Poco Cerebro convertidos en clásicos de la literatura británica del siglo XX.
CHRISTOPHER ROBIN MILNE
Nació el 21 de Agosto de 1920 y llevó la vida típica de un niño inglés de clase media de la época, siendo cuidado por una niñera y viendo sólamente a sus padres en momentos contados del día. El ser incluido en los libros de Winnie-the-Pooh le provocó los obvios problemas en su etapa escolar y durante años guardó rencor a su progenitor, volviéndose introvertido.
Estudió lengua inglesa en el Trinity College de Cambridge y en 1948 se casó con una prima contrariamente a los deseos de su madre. A pesar de las molestias que le podría ocasionar, dado su caracter reservado, en 1951 abrió una librería (también en discrepancia con su madre) que resultó ser un éxito. Ese distanciamiento maternofilial hizo que tras la muerte de su padre ya no volviera a verla hasta su fallecimiento años después.
A pesar de los trastornos que durante su vida le había ocasionado el ser asociado al personaje de los libros, C. R. Milne luchó activamente para que el bosque de Ashdown ("Bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Pooh) no fuera convertido en explotación petrolífera por la British Petroleum.
En Septiembre de 1981 descubrió en el zoo de Londres una estatua a tamaño natural de la osa Winnie en recuerdo de su padre y E. H. Shepard. Pero la prueba de que C. R. Milne estaba resentido con los libros de su progenitor está en que la foto del puente de los Poohsticks, tomada en 1907, era la única conexión que había en su casa con el mundo de Pooh.
Christopher Robin Milne murió el 20 de Abril de 1996.
LOS LIBROS
En 1924 la editorial Methuen (que publicó los libros de Milne durante casi 70 años hasta que Egmont Children Books asumió ese papel) publica un libro de A. A. Milne titulado "When we were very young". Aunque encuadrado tradicionalmente dentro de la colección de libros de Pooh, este sólo es mencionado en uno de los poemas como Edward Bear. El 24 de diciembre de 1925 se publica en el London Evening News el que posteriormente sería el primer capítulo de "Winnie-the-Pooh".
Milne escribió dos libros de aventuras del osito y sus amigos: "Winnie-the-Pooh" (1926) y "The house at Pooh Corner" (1928) inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en piezas de museo. Entre ambos se editó "Now We Are Six" (1927) en la misma línea de libro de poesías de "When we were very young" y al igual que éste encuadrado dentro de la colección.
Por lo que respecta a las ilustraciones de los libros de Winnie-the-Pooh, corrieron a cargo de E. H. Shepard (que también ilustró otro clásico de la literatura británica: "El viento en los sauces" de Kenneth Grahame) y aquí encontramos otro Hecho Muy Curioso: el dibujante se inspiró en Growler, el oso de peluche de su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne donaría posteriormente los manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity College donde él, y más tarde su hijo Christopher Robin, se había graduado.
Dada la escasa difusión que estas obras tienen en lengua española y a pesar de que nuestro inglés no es todo lo bueno como desearíamos, nos hemos animado a traducir el capítulo 3 de "Winnie-the-Pooh". Haz clic en la portada o AQUÍ para leerlo pero desde ya os advertimos que se trata de esa Clase de Libros que uno debe leer en la lengua original en la que fueron escritos.
PERSONAJES Y LUGARES
Tanto Winnie-the-Pooh, como Piglet, Tigger (que sólo apareció en el segundo libro), Eeyore (Igor en español), Kanga (Cangu) y Roo (Rito) eran juguetes reales de C. R. Milne mientras que Rabbit (Conejo) y Owl (Buho) fueron inventados por su padre inspirándose en los animales del bosque donde vivían. Gopher (Topo), el constructor compulsivo, fue añadido por Disney.
E. P. Dutton, editora en América de los libros de Milne, compró los peluches originales y actualmente se exhiben en una vitrina en la Central Children Room del Donnell Library Center dependiente de la Biblioteca de Nueva York. Roo (Rito en español para mantener el juego de palabras con el nombre de su madre: Kanga-Roo, Cangu-Rito) no ha llegado a nuestros días ya que se perdió en el campo.
Ya hemos hablado del bosque de Ashdown, pues bien, en él se encuentra el puente de Posingford, construido en 1907. Restaurado en los años 70, fue rebautizado con el nombre por el que fue inmortalizado en los libros de Winnie-the-Pooh, "Puente de los Poohsticks", y reinaugurado en Mayo de 1979 por el propio C. R. Milne a pesar de su aversión a las multitudes.
EL POOH DE DISNEY
Entre los entusiastas de los libros de Milne se encontraban las propias hijas de Walt Disney que acabó comprando sus derechos de imagen. En 1966 Disney hace la primera película sobre Pooh: "Winnie the Pooh and the Honey Tree" y en 1968 "Winnie the Pooh and the Blustery Day". En 1974 "Winnie the Pooh and Tigger Too". El primer largometraje, "The many adventures of Winnie the Pooh" se lanzaría en 1977. En 1997, "Pooh's Grand Adventure", en el 2000 "The Tigger movie" y en 2003 "La gran película de Piglet". El 18 de Marzo de 2005 se estrenó es España "La película de Héffalump", muy distante de los libros originales. Traduzco aquí el pasaje de "Winnie-the-Pooh" en el que se comienza a hablar del "heffalump" (que se puede traducir al español como "efalante") y que quizás el niño Christopher Robin viera en el Zoo de Londres:
...Christopher Robin terminó el bocado que se estaba comiendo y dijo como si nada: "Hoy he visto un efalante, Piglet".- "¿Qué estaba haciendo?" preguntó Piglet.- "Sólo abultar", dijo Christopher Robin. "No creo que me viera". - "Una vez vi uno" dijo Piglet. "Al menos eso creo", dijo. "Aunque quizás no lo fuera".- "Yo también", dijo Pooh preguntándose cómo sería un efalante.- "No se ven a menudo" dijo Christopher Robin despreocupadamente.- "Ahora no" dijo Piglet.- "No en esta época del año" dijo Pooh.
Las primeras animaciones estaban inspiradas en los textos de A. A. Milne: el árbol de la miel, el día tormentoso... En general el espíritu de las obras originales se ha mantenido, lo que es de agradecer; lástima que se hayan introducido tantos elementos típicamente yanquis.
EL TAO DE POOH
Como decíamos en la introducción, Milne no escribió los libros de Pooh para el público infantil. Es equivocada la creencia generalizada de que los hizo para su hijo. El propio Christopher Robin reconoció que su padre no se los leía. El sentido del humor que impregna las aventuras y algunos matices psicológicos de los personajes son difícilmente apreciables por los lectores más pequeños. En el caso concreto de Winnie-the-Pooh, su simplicidad alcanza tales cotas de profundidad que un autor, Benjamin Hoff, ha escrito "El Tao de Pooh" cuyo subtítulo describe muy bien su contenido: "El Taoísmo para occidentales... O cómo el Camino es revelado por el Osito de Pequeño Cerebro". En él se entremezclan diálogos ficticios con Pooh, citas de Maestros Taoistas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado con dibujos de los libros originales.
El caso del osito Winnie-the-Pooh es único dentro del mundo de los iconos infantiles. Cierto que no es el primero que nació como personaje literario pero lo que lo hace verdaderamente especial es que antes había sido un peluche real, a su vez inspirado en una osa negra americana.
Su creador literario, A. A. Milne, no escribió sus aventuras pensando en un público infantil y tampoco es esa nuestra intención (para la gente menuda, y no tan menuda, es la página que dedicamos al personaje de Disney). Esta sección es un pequeño homenaje a las personas que contribuyeron a que niños y mayores disfrutemos desde hace 80 años de los deliciosos libros de A. A. Milne y de los dibujos de Disney.
UNA CRÍA DE OSO AMERICANO
Toda la historia comenzó el 24 de Agosto de 1914 cuando un tren que transportaba tropas con destino a luchar en Europa desde Winnipeg (Manitoba, Canadá) se detuvo en el pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario H. Colebourn (1887-1947) salió a estirar las piernas y encontró a un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre y Colebourn le compró el cachorro por 20 dólares. La llamó Winnie por su ciudad adoptiva, Winnipeg, ya que él era británico de nacimiento. El cachorro se convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse a la que pertenecía el militar.
A su paso por Inglaterra, Colebourn prefirió dejar a Winnie en el Zoo de Londres (hecho registrado el 9 de diciembre de 1914) para que la cuidaran mientras él continuaba camino del frente. Aunque otros cinco osos más fueron dejados por tropas canadienses, Winnie se convirtió pronto en la favorita del público.
Al acabar la guerra en 1918, Colebourn se pasó por el Zoo a recogerla pero tras ver cómo la gente la apreciaba por su docilidad, decidió dejarla allí. Volvería en varias ocasiones a visitarla hasta que la osa murió finalmente el 12 de mayo de 1934. El capitán Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su muerte en 1947.
Por iniciativa del hijo del militar, en 1992 se descubrió en el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg una estatua representándolo de pie cogiendo de las patas al cachorro. En 1995 un grupo de oficiales de la 34ª Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres una copia donada por el gobierno de Manitoba.
Pero volvamos hacia atrás. El niño Christopher Robin Milne acompañó a unos vecinos, cuando tenía cinco años, en su visita al Zoo y allí conoció a Winnie, de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella. Se da la Graciosa Circunstancia de que a la osa no le gustaba la miel como al personaje sino la leche condensada. Aquella primera visita inspiró a su padre, A. A. Milne, escritor, un poema.
A. A. MILNE
Alan Alexander Milne (18-1-1882, 31-1-1956), su mujer Dorothy (llamada Daphne familiarmente) y su hijo Christopher Robin (que había nacido en 1920) se habían mudado a vivir a Cotchford Farm, en el bosque de Ashdown (Sussex) que luego aparecería como "el bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Winnie-the-Pooh. Daphne había regalado a su hijo un típico osito "Edward" (réplica británica del osito de peluche "Teddy" estadounidense) por su primer cumpleaños. No es difícil adivinar que tras conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a su osito con el nombre de Winnie-the-Pooh. Lo que no queda tan claro es de dónde viene lo de "Pooh": en la introducción de "Winnie-the-Pooh" Milne nos cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la miel) escribe:
"But his arms were so stiff from holding on to the string of the balloon all that time that they stayed up straight in the air for more than a week, and whenever a fly came and settled on his nose he had to blow it off. And I think -but I am not sure- that that is why he was always called Pooh".
Alan Alexander Milne escribió varias obras de teatro y novelas pero ninguna alcanzó el enorme éxito de los libros sobre el Osito de Poco Cerebro convertidos en clásicos de la literatura británica del siglo XX.
CHRISTOPHER ROBIN MILNE
Nació el 21 de Agosto de 1920 y llevó la vida típica de un niño inglés de clase media de la época, siendo cuidado por una niñera y viendo sólamente a sus padres en momentos contados del día. El ser incluido en los libros de Winnie-the-Pooh le provocó los obvios problemas en su etapa escolar y durante años guardó rencor a su progenitor, volviéndose introvertido.
Estudió lengua inglesa en el Trinity College de Cambridge y en 1948 se casó con una prima contrariamente a los deseos de su madre. A pesar de las molestias que le podría ocasionar, dado su caracter reservado, en 1951 abrió una librería (también en discrepancia con su madre) que resultó ser un éxito. Ese distanciamiento maternofilial hizo que tras la muerte de su padre ya no volviera a verla hasta su fallecimiento años después.
A pesar de los trastornos que durante su vida le había ocasionado el ser asociado al personaje de los libros, C. R. Milne luchó activamente para que el bosque de Ashdown ("Bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Pooh) no fuera convertido en explotación petrolífera por la British Petroleum.
En Septiembre de 1981 descubrió en el zoo de Londres una estatua a tamaño natural de la osa Winnie en recuerdo de su padre y E. H. Shepard. Pero la prueba de que C. R. Milne estaba resentido con los libros de su progenitor está en que la foto del puente de los Poohsticks, tomada en 1907, era la única conexión que había en su casa con el mundo de Pooh.
Christopher Robin Milne murió el 20 de Abril de 1996.
LOS LIBROS
En 1924 la editorial Methuen (que publicó los libros de Milne durante casi 70 años hasta que Egmont Children Books asumió ese papel) publica un libro de A. A. Milne titulado "When we were very young". Aunque encuadrado tradicionalmente dentro de la colección de libros de Pooh, este sólo es mencionado en uno de los poemas como Edward Bear. El 24 de diciembre de 1925 se publica en el London Evening News el que posteriormente sería el primer capítulo de "Winnie-the-Pooh".
Milne escribió dos libros de aventuras del osito y sus amigos: "Winnie-the-Pooh" (1926) y "The house at Pooh Corner" (1928) inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en piezas de museo. Entre ambos se editó "Now We Are Six" (1927) en la misma línea de libro de poesías de "When we were very young" y al igual que éste encuadrado dentro de la colección.
Por lo que respecta a las ilustraciones de los libros de Winnie-the-Pooh, corrieron a cargo de E. H. Shepard (que también ilustró otro clásico de la literatura británica: "El viento en los sauces" de Kenneth Grahame) y aquí encontramos otro Hecho Muy Curioso: el dibujante se inspiró en Growler, el oso de peluche de su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne donaría posteriormente los manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity College donde él, y más tarde su hijo Christopher Robin, se había graduado.
Dada la escasa difusión que estas obras tienen en lengua española y a pesar de que nuestro inglés no es todo lo bueno como desearíamos, nos hemos animado a traducir el capítulo 3 de "Winnie-the-Pooh". Haz clic en la portada o AQUÍ para leerlo pero desde ya os advertimos que se trata de esa Clase de Libros que uno debe leer en la lengua original en la que fueron escritos.
PERSONAJES Y LUGARES
Tanto Winnie-the-Pooh, como Piglet, Tigger (que sólo apareció en el segundo libro), Eeyore (Igor en español), Kanga (Cangu) y Roo (Rito) eran juguetes reales de C. R. Milne mientras que Rabbit (Conejo) y Owl (Buho) fueron inventados por su padre inspirándose en los animales del bosque donde vivían. Gopher (Topo), el constructor compulsivo, fue añadido por Disney.
E. P. Dutton, editora en América de los libros de Milne, compró los peluches originales y actualmente se exhiben en una vitrina en la Central Children Room del Donnell Library Center dependiente de la Biblioteca de Nueva York. Roo (Rito en español para mantener el juego de palabras con el nombre de su madre: Kanga-Roo, Cangu-Rito) no ha llegado a nuestros días ya que se perdió en el campo.
Ya hemos hablado del bosque de Ashdown, pues bien, en él se encuentra el puente de Posingford, construido en 1907. Restaurado en los años 70, fue rebautizado con el nombre por el que fue inmortalizado en los libros de Winnie-the-Pooh, "Puente de los Poohsticks", y reinaugurado en Mayo de 1979 por el propio C. R. Milne a pesar de su aversión a las multitudes.
EL POOH DE DISNEY
Entre los entusiastas de los libros de Milne se encontraban las propias hijas de Walt Disney que acabó comprando sus derechos de imagen. En 1966 Disney hace la primera película sobre Pooh: "Winnie the Pooh and the Honey Tree" y en 1968 "Winnie the Pooh and the Blustery Day". En 1974 "Winnie the Pooh and Tigger Too". El primer largometraje, "The many adventures of Winnie the Pooh" se lanzaría en 1977. En 1997, "Pooh's Grand Adventure", en el 2000 "The Tigger movie" y en 2003 "La gran película de Piglet". El 18 de Marzo de 2005 se estrenó es España "La película de Héffalump", muy distante de los libros originales. Traduzco aquí el pasaje de "Winnie-the-Pooh" en el que se comienza a hablar del "heffalump" (que se puede traducir al español como "efalante") y que quizás el niño Christopher Robin viera en el Zoo de Londres:
...Christopher Robin terminó el bocado que se estaba comiendo y dijo como si nada: "Hoy he visto un efalante, Piglet".- "¿Qué estaba haciendo?" preguntó Piglet.- "Sólo abultar", dijo Christopher Robin. "No creo que me viera". - "Una vez vi uno" dijo Piglet. "Al menos eso creo", dijo. "Aunque quizás no lo fuera".- "Yo también", dijo Pooh preguntándose cómo sería un efalante.- "No se ven a menudo" dijo Christopher Robin despreocupadamente.- "Ahora no" dijo Piglet.- "No en esta época del año" dijo Pooh.
Las primeras animaciones estaban inspiradas en los textos de A. A. Milne: el árbol de la miel, el día tormentoso... En general el espíritu de las obras originales se ha mantenido, lo que es de agradecer; lástima que se hayan introducido tantos elementos típicamente yanquis.
EL TAO DE POOH
Como decíamos en la introducción, Milne no escribió los libros de Pooh para el público infantil. Es equivocada la creencia generalizada de que los hizo para su hijo. El propio Christopher Robin reconoció que su padre no se los leía. El sentido del humor que impregna las aventuras y algunos matices psicológicos de los personajes son difícilmente apreciables por los lectores más pequeños. En el caso concreto de Winnie-the-Pooh, su simplicidad alcanza tales cotas de profundidad que un autor, Benjamin Hoff, ha escrito "El Tao de Pooh" cuyo subtítulo describe muy bien su contenido: "El Taoísmo para occidentales... O cómo el Camino es revelado por el Osito de Pequeño Cerebro". En él se entremezclan diálogos ficticios con Pooh, citas de Maestros Taoistas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado con dibujos de los libros originales.
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